jueves, 4 de junio de 2009

· Tipos vegetales aprovechables
Existen diversas especies vegetales aprovechables (en todo o en parte) como materia prima para proporcionar fibras vegetales con destino a la industria textil.
Estas fibras pueden proceder de los frutos, como en el caso del algodón, el kapoc o miraguano y el coco; de los tallos, como en el caso del lino, el cáñamo, el ramio, el yute y la retama; o los procedentes de las hojas, como en el sisal, el cáñamo de manila, el abacá o el esparto.

Kapoc
El kapoc o miraguano se conoce también con los nombres de seda o lana vegetal. Esta fibra procede de los frutos de "Ceiba pentendra" de Java y varias especies del género "Bombax" que se cultivan en Sri Lanka (antiguo Ceilán).
Las fibras de kapoc son de color gris o blanco amarillento, sedosas, brillantes, flexibles, elásticas y muy impermeables. Se utiliza para el relleno de almohadones y edredones, por su flexibilidad y poco peso, así como para la fabricación de salvavidas, el acolchado de trajes y la fabricación de fieltros. También se emplean en la fabricación de cartones calorífugos e insonorizantes.
Cocos, donde se pueden observar los filamentos
Coco
La fibra de coco procede de la capa cortical de los frutos de este vegetañ. Los cocos tienen un revestimiento formado por una capa de filamentos de entre 10 y 35 cm de longitud, que una vez separados del fruto, se estrían y peinan. Estos filamentos son empleados principalmente en la fabricación de esteras y felpudos.
Ramio
La fibra de ramio se obtiene de la planta del mismo nombre, especialmente de "Bohmeria nivea", de la familia de las urticáceas, que se cultiva en China y en el sur de Asia. Las hojas del ramio se emplean en la alimentación de los animales por su alto contenido en calcio. Las fibras son de sección elíptica muy alargada; su longitud varia entre los 50 y 300 mm ,con un diámetro máximo cercano a los 100 micrómetros. Químicamente, están compuestas de un 99 % de celulosa, siendo una fibra imputrescible y muy resistente a los agentes químicos.
Planta de Ramio (Boehmeria nivea)
La obtención de la fibra de ramio parte del descortezado a mano, al que sigue la operación llamada "desgomado", que elimina las materias pépticas y que consiste en sumergir los tallos en baños alcalinos seguidos de lavados enérgicos, y del agramado y peinado. La fibra obtenida por procedimientos artesanos se utiliza para la confección de mantelerías y, especialmente, para la fabricación de correas y cuerdas imputrescibles.

Yute
La fibra de yute se extrae de los tallos de la planta del mismo nombre, de la familia de las tiliáceas. Las fibras más empleadas son blancas y oscurecen con el tiempo. Se presenta en haces muy lignificados de sección poligonal y de un grueso aproximado de 30 micrómetros y longitudes en torno a los 2 mm. Se componen de un 70 % de celulosa, un 12 % de lignina, un 10 % de pentosanas y menos de un 1 % de ceras.
El macerado de los tallos se realiza en estanques o ríos próximos a la zona de cultivo, en donde se procede también al descortezado y desfibrado. El resto del proceso de hilado se realiza en instalaciones industriales. El yute resiste mal la humedad combinada con el calor, ya que es atacada por microorganismos. Se utiliza para la fabricación de telas y cuerdas bastas, y para embalajes y esteras. El yute se puede colorear, ya que admite y fija bien los colorantes derivados del alquitrán.

Retama
La retama es un arbusto que se desarrolla en terrenos arenosos y secos, y de sus tallos se extraen fibras muy cortas. La extracción de la fibra se lleva a cabo por maceración, descortezado, agramado y rastrillado, de una manera similar a la extracción de la fibra del lino. Se emplea principalmente en cordelería y, blanqueada, para la fabricación de sábanas bastas.


Sisal
La fibra de sisal se extrae de las hojas de "Agave sisalina", de la familia de las amarilidáceas. Esta fibra es blanca y dura, con una longitud de 2 a 5 mm y una sección poligonal de 20 a 30 micrómetros. Está formada por un 75 % de celulosa, un 6 % de lignina y un 18 % de pentosana. La extracción se lleva a cabo de forma primitiva, mediante el secado de la hoja al sol, tras lo cual se somete a operaciones de magullamiento, batido, raspado y rastrillado. Se utiliza para la confección de tejidos bastos, como sacos y esteras, y en la confección de cepillos, siendo su principal aplicación la fabricación de cuerdas para la industria y para aplicaciones agrícolas.
Cañamo
El cáñamo se obtiene de los tallos de "Cannabis sativa", de la familia de las urticáceas, que se cultivan preferentemente en climas templados. Las fibras del cáñamo se asemejan a las del lino, aunque son más bastas, más largas y mucho más resistentes, presentando extremidades redondeadas. Su longitud media es de 28 mm y su diámetro medio de 35 micrómetros. Químicamente, se componen de un 86 % de celulosa, un 6 % de lignina y un 8 % de pectinas, ceras y hemicelulosa.
Abacá o cañamo de manila
El cáñamo de Manila o abacá es una fibra que se extrae de las hojas de "Musa textilis", de la familia de las musáceas que se cultiva principalmente en Filipinas. Sus fibras están formadas por haces indivisibles de fibrillas elementales, de 2 a 4 m de longitud, y de 5 a 30 micrómetros de diámetro. Tiene una resistencia parecida al cáñamo común, pero es más resistente a la humedad, ya que es inalterable incluso en ambientes marinos. El abacá se emplea en la fabricación de cuerdas y cables para la marina y para minería. Las fibras más finas, seleccionadas y blanqueadas, se emplean también en la confección de sombreros.
Fibra de Abacá

Las fibras del cáñamo se separan mediante agramado, después de someter los manojos de la planta a maceración o enriamiento para que fermenten y se disuelvan las sustancias aglutinantes. Limpia la fibra, se consigue el cáñamo en rama, con fibras de hasta 2 m de longitud, que se suavizan, espadillan y rastrillan para obtener la hilaza, cuyo color oscila entre el gris pardo y el amarillo. Es proceso de elaboración del cáñamo es similar a la del lino.
La fibra textil que se obtiene del cáñamo se emplea en la industria fundamentalmente para la fabricación de cuerdas y cordeles, pero también la confección de tejidos y telas bastas, sacos, telas de embalaje, alpargatas, mangueras de incendio y otros muchos utensilios. Por extensión, se asimilan a este mismo sector industrial los que emplean fibras obtenidas de otras especies afines.
El cáñamo reducido a copos se convierte en la "guata de cáñamo", que mezclada con algodón u otras fibras da tejidos mixtos muy resistentes. Con las fibras más finas del cáñamo se fabrican también trapos de cocina, toldos, velas y otros tejidos resistentes.

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